Impregnología: un camino para andar juntos

Mi encuentro con la Impregnología ocurre desde el año 2020 cuando el Dr Marcelo Candegabe, su creador, reúne un grupo para compartir lo que el investigó durante muchos años dando lugar a un método que hace posible comprender las relaciones humanas reconociendo la influencia inmaterial en el ser humano de los reinos mineral, vegetal y animal.

Vimos algunos conceptos de la Física Cuántica.
El Universo se expande en una consecutiva manifestación de órdenes y subórdenes cada vez mas complejos que llevan en sí todo lo ocurrido con anterioridad en ordenes previos. Un despliegue inclusivo que ocurre en la Tierra. Y en el hombre, quien lleva en su información vital todos los ordenes que le precedieron desde el principio originador del Universo. A este orden propio y organizado del hombre llamamos “simetría”.

Conocimos el pensamiento de Emmanuel Swedenborg, quien ya en el siglo XVIII se refería al hombre como un ser con propósito, que lejos de ser algo dado, hay que ir consiguiendo en un proceso de continua personalización. Así fuimos entendiendo nuestra vida con los otros como una oportunidad de elevarnos hacia los más altos fines.

Consideramos al Universo unido y conectado en el que el hombre aparece como el último orden cognoscible. Un principio vital, inmaterial, lo anima.

Esta influencia inmaterial en la información vital del orden humano de órdenes de diferente grado y naturaleza es lo que estudia la Impregnología.

Por primera vez, en la obra del Dr Marcelo Candegabe, se encara científicamente la influencia que tiene en las cualidades intelectuales y afectivas de las personas, la presencia de los ordenes mineral, vegetal y animal, que anteceden su evolución.
Esta influencia que llamamos Impregnancia es constitucional en cada individuo y permanece toda la vida. Esto explica que percibamos la realidad de modo diferente a como lo hacen otros.

El método propuesto permite ubicar a cada ser humano en un tipo personal, una simetría, que permite comprender las particularidades de su carácter, su afectividad, su temperamento, su modo de reaccionar a los acontecimientos de la vida, así como las dificultades comunicativas con su grupo de pertenencia.

Hasta aquí, apenas esbozada esta rica herramienta que despierta la conciencia y dispone a comprender mejor las dinámicas y cualidades de cada uno.
Mirarnos desde esta perspectiva es hacerlo desde la profundidad con que el ser humano es capaz de captar el sentido de su ser en el mundo.

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