Ella

Tan jovencita y tan preocupada… por cumplir, por hacer todo bien, por tener la tarea lista y la lección aprendida… tanto que a veces vuelve a su casa después de haber salido hacia el colegio. “No voy, no me siento bien… no sé que me pasa… no, no me duele nada, pero no quiero ir”.

Mientras otros padres tropiezan en estrategias inútiles para rescatar a sus hijos, los de ella se mueven entre amabilidades, abundan en confianza, responden con sonrisa conforme, resuelven en pocos movimientos lo que a otros les lleva toda una noche. Solo les preocupa que esté triste… a veces… que prefiera volver en vez de ir al colegio, que no se entusiasme.

Las juntadas con amigas, la fiesta de egresados, el viaje… todo como se debe, en tiempo y forma… la orientación vocacional, el proyecto de estudiar arquitectura… las vacaciones en lo de la tía cordobesa, como cada verano… el grupo de amigos, los planes de todos y los de ella, parecidos pero mejor presentados, con convicción, la mirada acariciando lomas redondeadas donde apenas se detectan las asperezas que otros temen y aprovechan para abandonar y optar por un año sabático.

Sin avisar, como un ventarrón que hace volar por el aire los planes de todos, la cuarentena por el Covid19 la visita también a ella. Como tantas cosas no se pueden, enseguida encuentra las que sí… obtiene certificados en cursos online, aprovecha la universidad a distancia para no atrasarse en la carrera, como le encanta quedarse en su casa no le afecta tanto el aislamiento obligatorio. Cuando comienzan las restricciones para trasladarse ella está en Córdoba, en los últimos días de sus vacaciones, así que se queda en la casa de su tía con la familia. Se corta el pelo, descubre que le gusta hacer gimnasia… como aconsejan tener una rutina, ella la diseña y la cumple.

“Como nadie sabe qué va a pasar, no estoy sola”. Ahora puede… no saber… inventar… elegir… no poder… hacer o dejar de hacer… ya no hay lugar para la exactitud… ahora todos tienen miedo y se puede… está en un mundo que cambia todos los días, como venía haciéndolo, solo que ahora hay conciencia de eso… no se puede cumplir con los plazos, nadie puede, ahora se puede… ahora es una más, entre los que están donde pueden, con necesidad de ocurrencia, de novedad, entre los que viven con esperanza sin saber que esperan… Tan jovencita y tan sabia… ya aprende que no se puede controlar nada, que la vida se siente y se toma el aire y se exhala, una y otra vez y eso es estar viva… por fin puede pertenecer a los que no saben, no planifican, no predicen… para ella es un estreno, le gusta, lo disfruta…dice «este tiempo es un gimnasio para lo que yo tenía que entrenar”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *